Hay dos cuestiones en las que la gestión del presidente, Javier Milei, le ha puesto más músculo que en otras oportunidades. Por un lado, mantener la senda de la desaceleración inflacionaria, para que el poder adquisitivo de la sociedad deje de seguir perdiendo terreno frente a los aumentos. Por el otro lado, sostener la paz cambiaria, para que el dólar no se dispare más allá de los $ 1.200 por unidad, para que la brecha cambiaria se sostenga en torno de un 25% entre la cotización informal y la oficial, y para que se apuntale el crédito privado. Todas estas cuestiones redundarán en un cambio de clima político para el electoral 2025 que se viene.

La regularización de activos ha realizado su aporte en ese sentido. Ya se habrían acumulado unos U$S 13.500 millones en efectivo, mucho más que el blanqueo de capitales promovido durante la gestión de Mauricio Macri y que reportó U$S 7.700 millones. Asimismo, la demanda de pesos para entrar a la moratoria fiscal y al adelanto de bienes personales presionó a los dólares financieros a la baja.

La entrada de dólares en septiembre también fue consecuencia de una serie de medidas implementadas por el Gobierno en el plano financiero. Si bien éstas impactaron positivamente en el nivel de acumulación de tenencias en moneda extranjera por parte del BCRA, el foco estuvo más centrado en incrementar el stock de dólares en el sistema financiero. Éste se encontraba en mínimos históricos y, además, tiene una consecuencia sobre el nivel de credibilidad del Gobierno. La primera etapa del blanqueo de capitales tuvo y tiene un impacto directo sobre las reservas brutas, que se efectúa a partir de los dólares que desean mantener los bancos comerciales en la entidad central. Es decir, los encajes. El incremento de éstos se aceleró más a fin de mes, con el cierre de la fase 1 del blanqueo. De esta manera, en el mes las reservas brutas se incrementaron a U$S 29.100 millones desde U$S 27.377 a inicios del mes pasado, aun considerando los efectos del pago de capital del Bopreal serie 2 y la baja de cotización de monedas de reserva de la entidad monetaria, indica GMA Capital.

Con la calma cambiaria actual y un mejor clima al esperado, los inversores continúan incrementando lentamente sus posiciones de protección frente a una devaluación, que probablemente implique la salida definitiva del cepo. Particularmente, sus ojos cada día se posan más en el cierre del primer trimestre del 2025.

Esta fecha parece razonable desde un punto de vista político, teniendo en cuenta que las elecciones de medio término probablemente tomen lugar alrededor de 6 meses más tarde. Está claro que el objetivo es que el levantamiento de los controles se dé sin un salto abrupto en el dólar oficial. Sin embargo, unos meses de distancia entre la desarticulación de las restricciones cambiarias y las elecciones permitiría que la actividad tomara impulso y que la inflación se disipara (en caso de existir una aceleración pos-salida), sostiene el economista Nery Persichini.

En medio de este proceso, los bancos estuvieron más activos respecto del rol que deben cumplir. Los préstamos totales crecieron por quinto mes consecutivo. Producto de una actividad repuntando (aunque de forma heterogénea) y salarios reales recuperando, el alza de los créditos se encuentra traccionada por aquellos destinados al consumo, los cuales explican cerca de la mitad del impulso de los créditos durante el pasado mes.

El dólar "blue" perforó la barrera de los $1.200 y alcanzó el valor más bajo desde mayo

Esta acción va en línea con la estrategia del Gobierno. En primer lugar, el aumento del crédito privado es un indicador “adelantado” respecto a la recuperación que estaría experimentando la actividad. Al mismo tiempo, la recuperación de la demanda de dinero abona al objetivo de un aumento gradual de la base monetaria a la zona de los $ 47,7 billones, indica Ecolatina.

La Casa Rosada se aferra a estos indicadores monetarios y cambiarios para cambiar el humor a la sociedad, luego de lo que ha significado el dato de pobreza difundido el mes pasado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), un problema que afecta a casi 25 millones de personas y que equivale al 52,9% de la población.

El último reporte de Giacobbe Consultores evidencia que la imagen presidencial sigue deteriorándose. Según el sondeo encargado por el analista Jorge Giacobbe, Milei tiene un 46,2% de imagen negativa contra un 42.2% que sostienen las acciones del economista libertario.

Uno de los grandes cuestionamientos que la sociedad comienza a realizar es el efecto del plan “déficit cero”. Según Giacobbe, el 46,9% de los ciudadanos que participaron creen que el jefe de Estado está equivocado con la forma de encarar el ajuste, que recae sobre toda la sociedad. Un 34,9% considera que Milei avanzó en la dirección correcta.

El Presidente ha dicho que el déficit cero es innegociable y eso lo ha transcripto en el proyecto de Presupuesto Nacional 2025, donde se observa que las restricciones del gasto continuarán en todas las órbitas, a pesar de ser un año electoral, de renovación parcial en el Congreso.

Dólar, inflación y PBI: ¿cuáles son las proyecciones del mercado para lo que queda del año?

Según un cálculo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), el peso relativo del gasto público consolidado argentino podría bajar 7,2 puntos porcentuales del PBI, descendiendo desde 40,7% del PBI en 2023 al 33,5% del PBI en 2024. “Si analizan las participaciones, el gasto nacional aportaría el 57% de la reducción del peso relativo, el gasto provincial y de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) el 35% y, por último, los municipios aportarían el 8%”, dice el diagnóstico del centro que dirige el economista Nadin Argañaraz. Tucumán mantendrá la sintonía nacional, aunque el nivel de gastos puede llegar a crecer un 50% el año que viene respecto del ejercicio vigente, estiman en la Casa de Gobierno. Ese ritmo de erogaciones será menos de la mitad de la evolución que viene registrando la inflación, señalan fuentes cercanas al gobernador, Osvaldo Jaldo.

El Gobierno nacional apuntala su estrategia a difundir “buenas noticias” para cambiar el humor a la sociedad, pese a que seguirá el reajuste en las tarifas de los servicios. En esa línea, Milei abona la estimación de las consultoras acerca de que septiembre cerrarán con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) cercano al 3,5%. Arrancó octubre con una baja simbólica en el precio de los combustibles y la banca JP Morgan viene midiendo que el Riesgo País sigue bajando, y se ubica en torno de los 1.200 puntos básico. A este ritmo, en el Palacio de Hacienda creen que, con la salida del cepo cambiario, puede recuperarse la credibilidad argentina en el mercado externo.